domingo, 26 de junio de 2011

108 presos muertos el 3 de enero 1994 y aun no hemos aprendido la lección (+ VIDEO)


Ya como periodista en ejercicio, uno de los eventos de envergadura que toque de cerca y que me marcó de por vida, fue el momento conocido como Masacre de Sabaneta.

Para entonces, producía un programa de corte legal, se transmitía en NCTV, canal que aún debe contar en su videoteca toda la cronología de aquel fatídico día.




En aquel entonces, una fuente policial me mostró las fotografías que se habían levantado aquel día, en mi mente quedaron grabadas dos imágenes; una fotografía mostraba un cuerpo que yacía en el piso, a un lado su cabeza, era aquel reo que le habían degollado y con su cabeza habían jugado futbol en el pabellón; otra de las fotos era la representación, de lo que los forenses llaman Rictus del Dolor, era un grupo de seres grises petrificados con sus cuerpos direccionados hacia la salida, una puerta que nunca se abrió. En sus rostros quedó grabado el dolor y la desesperación.

Momentos que me impactaron de aquellos días, puedo revivir la marcha de dolor que ejecutaban los reos que sobrevivieron, con dolor y pesar caminaban para sus traslados con sus ropas quemadas adheridas a su carne. Con la misma impresión que nos causa ver cuerpos apilados en fosas comunes, aquellos días vimos los cuerpos de los presos amontonados en camiones de carga. Y confieso, lo que más conmovió, fueron las declaraciones de monseñor Ovidio Pérez Morales, quien impactado por las imágenes de los cuerpos calcinados, no pudo contener el llanto ante los medios que se habían permanecido en la puerta del penal y señaló “Es algo dantesco”.

Ingresé a Sabaneta a los días de la tragedia, aún el olor de lo que había sucedido allí, permanecía. La orden del Gobierno era no permitir el acceso a ningún periodista a Sabaneta, con un permiso especial otorgado por el Ministerio de Interior y Justicia, ingresó Leda Santodomingo, y acá encontré evidencia audiovisual de lo que ella recopiló. Sin custodia ingresó Hector Matheus, de Niños Cantores Televisión.

Este es el testimonio de Héctor Matheus, para la época, periodista de Niños Cantores Televisión, dio cobertura ejemplar a ese hecho. Valiente y audaz hoy quiero incluir en mis reflexiones su testimonio:

“Ese mismo día que entró Leda, entré yo. Eso generó un enfrentamiento entre los interventores del penal, Leda y yo. Finalmente entré con el camarógrafo, sin custodia, a diferencia de Leda, bajo riesgo, y grabamos; Sabaneta, pena máxima la muerte, cuyo video reposa en NCTV, así como el material en vivo desde el comienzo de la masacre. Escenas realmente impresionantes que quedaron en mi mente y corazón. La masacre, comenzó el lunes antes del mediodía. Nuestro protector, un preso, fue asesinado días después.

Todavía recuerdo esa semana en vivo, particularmente el lunes cuando comenzó todo. Los testimonios, cadáveres calcinados, camiones con muertos encima de otros. El decapitado, los que estaban pegados a los hierros queriendo salir, mi protector asesinado luego. Los problemas para entrar, la preferencia de los interventores con Leda, a quien custodió la GN. Se amotinó el camarógrafo intimidado por las autoridades. Recapacitó cuando le quité la cámara para entrar solo a realizar el trabajo.

Parte de las imágenes, por crudas, fueron censuradas por Ocando. El especial, así lo decidí, fue al aire el mismo día que el de Leda. Mi programa superó, en rating al de Venevision.”

Me permito también compartir con ustedes un trabajo especial desarrollado por Matías Camuñas en la Revista SIC del centro Gumillas de aquel año, con recomendaciones y conclusiones, que al parecer nunca fueron puestas en práctica, pero que gracias a Internet, las recuperamos para su análisis.





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