La madrugada del 25 de septiembre de 2003, un grupo de periodistas, además de testigos, vimos de cerca y palpamos la barbarie cometida por efectivos de la Guardia Nacional y de la Policía del estado Falcón en contra de los residentes de Los Semerucos.
A las 4:41 de la madrugada, entre 300 y 350 efectivos de la Guardia
Nacional y 100 policías tomaron violentamente la urbanización Los Semerucos,
uno de los complejos habitacionales construidos por PDVSA para alojar a sus empleados.
La razón de la toma era desalojar a trabajadores de PDVSA ilegalmente
despedidos por razones políticas.
Rindo tributo hoy, a 13 años de aquella fecha a valiosos y valientes
venezolanos, ya varios de ellos no están entre nosotros. En la conciencia y
sobre los hombros de quienes ordenaron esa acción pesa la vida de la valiente Ahzaid
Cañizalez, quien, con sus propios puños, como muchas madres del campo, defendió
a sus hijos y a los hijos de Los Semerucos, también recuerdo con gran respeto a
Ligia de Marchena, a Rafael Gutiérrez, Natali y Carlos Ollarves, Haydee Irausquin,
Carlos Sulbarán, Jenny y Stuart Lugo, Oneida Pérez. Especial mención a Edgar
Rasquin y al Capitán Larrañaga, a Juan José de Freitas y a mi amigo Freddy
Reyes.
Venezolanos aguerridos y valientes, todos presenciaron y vivieron esa
gran injusticia, sus causas no pueden quedar impune. Sé que en la mención de
los nombres quedé corta, pero todos están en mi mente, en mi corazón y en mis
oraciones.
Esos días de gran injusticia también sirvieron para que entre los
periodistas que cubrimos esa barbarie se estrecharan lazos de hermandad, mi
reconocimiento por el trabajo y la entrega a: Edward Rodríguez, Mayerling Gómez,
Mari Trini Mena, Gustavo Velasco, Jenny Velasco, Salvador, Chiqui, Bojote,
Lenin, Jean Carlo, Danny. A todos los periodistas y camarógrafos que con su
trabajo valiente dieron a conocer al mundo lo que allí sucedió, también mi
reconocimiento y mi respeto.
Recuerdo, y aun siento el ahogo de los gases lacrimógenos, cuando esa
madrugada me toco hacer el primer reporte telefónico de lo sucedido, fue por
Globovisión. Corría huyendo de los gases y las detonaciones al tiempo que trataba
de narrar lo que allí acontecía. Esos momentos se quedaron en mi memoria,
forman parte de mis vivencias, representan las cosas negativas contra las que
debemos luchar, luchar y seguir luchando hasta vencer.
En una oportunidad me hicieron llegar este diario digital de El Ejemplar,
allí describen con testimonios desgarradores de lo que es capaz esta barbarie
que durante 17 años ha mal gobernado nuestro país. PROHIBIDO OLVIDAR
Estupendo y necesario reportaje para la historia..! Gracias. Los Pdvsos nuna olvidaremos...
ResponderEliminarnosotros tampoco olvidaremos la lealtad.
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