Pasquali dice que el discurso oficial casi invita a linchar a voces contrarias
El particular uso del lenguaje que ha empleado el Gobierno de los últimos 14 años no busca sólo desnaturalizar palabras para crear una realidad diferente. La desnaturalización también tendría como objetivo a representantes de la oposición, para restarles, a la vista de las personas, su condición humana y justificar cualquier señalamiento o acción en su contra."Persiguen desnaturalizarlos para que las personas piensen que si les pasa algo no importa, porque no son seres humanos", argumenta Luis Herrera Orellana, abogado y licenciado en filosofía.
Explica que la carga de insultos y descalificaciones dentro del lenguaje oficial hacia el sector opositor forma parte de una estrategia para desvirtuar a estas personas, a la vez que alimenta el clima de polarización en Venezuela, y que ha sido aprovechado por el Gobierno.
Antonio Pasquali, también licenciado en Filosofía y experto en comunicación, sostiene que mientras adjetivos como "comandante supremo" y "suprema felicidad social" son copias de la retórica soviética y "sólo pueden mover a risa", los epítetos hacia figuras de la oposición tienen una consecuencia más grave.
"De naturaleza mucho más grave son las invectivas gubernamentales contra la oposición, en un violento y peligroso estilo inventado por (Hugo) Chávez y que por momentos llega a un milímetro de la invitación al linchamiento", comenta Pasquali.
Dividir desde la Constitución
Para Herrera Orellana la incorporación de una palabra en la Carta Magna de 1999 dio inicio a la polarización y distorsión de la realidad en Venezuela. Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es, a juicio del jurista, uno de los ejemplos más graves de la división que ha querido imponer el chavismo entre los ciudadanos.
Señala que desde un principio el término bolivariano se ha asociado con el partido de Gobierno, y en función de esto aquellos que estén en contra de las autoridades también lo estarían de la Constitución y por lo tanto no serían menos que "traidores a la patria", "apátridas" o "escuálidos"
Este lenguaje, que de acuerdo a expertos busca alterar la realidad para que esta sea percibida de acuerdo a los intereses del Gobierno, no sólo es asumido por los simpatizantes de la revolución, sino también por parte de quienes la adversan.
"Parte de la sociedad (opositora) ha comprado estas descalificaciones, con lo cual terminan justificando que los degraden", dice el jurista.
Para Herrera Orellana la aceptación de estos términos dentro del habla de los venezolanos es producto de la pobreza en la educativa y la degradación que ya venía experimentando el castellano en el país para 1998, año que fue electo Hugo Chávez como presidente por primera vez.
El abogado agrega que esta situación ha sido capitalizada por el chavismo, que ha ido introduciendo sus deformaciones en el lenguaje.
De acuerdo a Herrera Orellana otra consecuencia generada por este manejo es que "la gente no puede identificar el origen de los problemas". Explica que la "interferencia" sobre el lenguaje es un elemento importante para que no se vea de dónde surgen los principales problemas de los venezolanos.
Ender Marcano - El Universal
Publicado: 5/11/2013
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